El libro se presentó el pasado mes de septiembre
“Ejadme que lo cuente, como me dé maña,
que ya siento el olorcito de los buñuelos de caña,
las empanadillas y los pestiños,
elaborados con mucho cariño.
Contente me puse y mu alborotao
al sabé que´l recetario sa´había terminao.
¡Chacho!... ¡lo que nos ha costao!”.
Así, intentando emular a Chamizo, inició Pedro Miguel López el acto de presentación del libro Harina la que admita. Que lleva el clarificador subtítulo de Recetario de dulces tradicionales de Guareña.
Ante un abarrotado salón de actos de la casa de la cultura de Guareña, el secretario de la Asociación Cultural Luis Chamizo presentó al resto de intervinientes en esta velada y desgranó algunos detalles de la misma. Tras agradecer su presencia al numeroso público que masivamente respondía a esta cita de nuestra asociación, expuso que los pormenores de la elaboración del libro correrían a cargo de Pedro Fernández, presidente del colectivo convocante, para a continuación presentar al polifacético Fernando Valbuena, abogado, aficionado taurino, director de un programa de radio en Onda Cero Extremadura, presidente del Club Deportivo Badajoz 1905, autor de dos columnas semanales en el diario regional HOY, una titulada “A la intemperie” y la otra dedicada a la gastronomía que responde al nombre genérico de “La cuchara de San Andrés”, motivo este último, junto con su faceta de crítico gastronómico que justificaban su presencia en este evento. Así mismo agradeció su presencia en el acto al profesor D. Miguel Padilla, colaborador de nuestra asociación y autor del epílogo con el que se cierra el recetario.
En su intervención Pedro Fernández comentó en detalle el proceso de elaboración de esta que podemos definir pequeña joya de la gastronomía guareñense, no es vano es el primer recetario de dulces tradicionales que se edita en nuestro pueblo, como cien recetas de los dulces más representativos, populares y señeros, así como de aquellos más complicados y laboriosos, e incluso algunos casi desconocidos. Recordó la dedicatoria del libro “A todas las mujeres de Guareña por saber conservar las recetas y endulzarnos la vida”, agradeció la colaboración desinteresada de los miembros de la comisión de investigación, elaboración de recetas antiguas y redacción sin cuyo trabajo este libro no habría visto la luz, y también la de aquellas empresas, negocios y casa comerciales de nuestro pueblo que ha colaborado en la difusión del recetario. Insistió en que la idea de aunar estas cien recetas se hace para volver a darle vida a aquellos sabores de nuestra infancia, manteniendo vivo el amor que nuestras madres y abuelas fueron depositando en nosotros por medios de esos dulces que más nos gustaban: hornazos, roscas fritas, empanadillas, perrunillas…
Pedro Fernández cerró su intervención afirmando que Harina, la que admita ofrece una selección de las mejores especialidades de dulces tradicionales de Guareña, los más característicos de la dulcería local, y quiere ser una aproximación a los entrañables cuadernillos manuscritos, manchados aún, que, cual antiguo tratado de magia, continene ancestrales recetas con un valor incalculable por el mérito gastronómico y por la riqueza expresiva del lenguaje más propio que todavía escuchamos. Así pues, concluyó Fernández “hemos acertado en rescatar estos dulces consejos y difundirlo para quien quiera o guste mancharse y endulzar la vida por muchos años”.
La velada tuvo un brillante colofón con las palabras de Fernando Valbuena, quien como ya hemos indicado es el autor del prólogo de nuestro libro. De manera distendida, risueña y en ocasiones muy divertida Valbuena hizo uso de su rica prosa para comentar que aceptó encantado el encargo de prologar el libro. Del cual dijo cosas como “(…) hay libros repletos de olores mágicos. Éste es uno de ellos. Este libro está lleno de olores y de latas de zinc, y de pucheros de barro, y de azafates de porcelana y de moldes de latón… que son como altares por aquellas mujeres, madres, abuelas, que supieron escribir sus recetas con la rotundidad exacta, firme y pedregosa de sus muchos sacrificios. Por ellas, sírvanse ya los mostachones, los ojos de mulo y los mojicones… los bizcochos y las almendras garrapiñadas de todas nuestras mocedades… En eterna letanía… Tres salves y un padrenuestro y la gracia de tus manos, que rezó Carlos Cano”.
Fernando Valbuena concluyó su intervención leyendo íntegramente el prólogo, cuyo párrafo final dice “Acabo. Solo una cosa más. Si saben el camino que lleva a Guareña, ya les está faltando tiempo. Pregunten al llegar por Manola o por Petra, por Juliana o por María. Todas ellas escriben letras de almíbar para decir… ¡por tus huesos muero! ¿Dónde? Allá donde los lampuzos se jartan. Allá donde la jacha y el jigo y la jiguera. Y ya saben, harina… ¡la que admita!”.
El remate final fue el detalle con el que las mujeres, de la comisión de estudio y elaboración de las recetas que se recogen en nuestro libro, sorprendieron al público. Todos los asistentes pudieron degustar algunos de los dulces típicos de Guareña. En un suspiro volaron por el salón de actos del Centro Cultural bandejas y cestas con dormidos, madroños, empanadillas y demás delicatessen que fueron muy bien acogidos por los presentes.
